martes, 24 de junio de 2008

ADICCIONES

Hoy es día 24 de junio. Son las 23:45 y en este preciso momento acabo de aceptar un compromiso conmigo mismo que hago público en este medio. Hoy he decidido no fumar más. Es cierto que no me considero un fumador cotidiano. Suelo fumar, básicamente, en actos sociales y en noches de locura, sin embargo, me he dado cuenta de que mi actitud ante el tabaco se ha relajado en los últimos tiempos. Como si de una costumbre se tratara, después de cenar me enciendo un cigarrito. Cuando acudo a reuniones familiares, enciendo dos o tres cigarritos. Cuando me veo con los amigos, me enciendo un par de cigarritos entre pelotazo y pelotazo. Y lo peor. Me estoy percatando de que cada vez asocio a un mayor número de contextos el hecho de fumar. Además, estoy convencido de que si no fumo más es porque todavía me inquieta mi estado físico de cara a disfrutar de mi deporte favorito, el fútbol.

Siempre había pensado que los fumadores eran una raza de personas poco conscientes, personas que no se percataban de lo peligroso de su adicción y yo, ser perfecto y voluntarioso, no podría caer jamás en las redes del vaquero de Marlboro. Error. Me apetece fumar un cigarro después de cenar. Me apetece cuando me voy a beber una cañita en el bar. Me apetece cuando hablo de fútbol con los colegas. Me apetece....

A consecuencia de todo lo anterior, quiero comprometerme por escrito para acompañar mi decisión de una carga moral definitiva. Algunos diréis, si tienes que escribir esto para hacer más fuerte el compromiso, mal vas. Puede ser. Lo cierto es que no sé cuál es mi nivel de enganche pero pienso que si lo reflejo en el blog siempre podré acudir a él y darme cuenta de lo que, en cierto momento, me importó el sentirme dependiente.

Además, está el tema del running. Me había marcado como objetivo acabar una media marathon para después del verano. Y, si bien es cierto que salgo más a menudo a recorrer las calles de los alrededores, considero incompatible el hecho de entrenarme para una entrega física de ese calibre con el fumar de forma continuada.

De todas formas, lo que me ha resultado más curioso (supongo que por mi interés en la conducta humana) han sido las contínuas razones y argumentos que me iba contando a mí mismo para acallar a mi Pepito Grillo particular cada vez que iba a encender un cigarro. Por uno no pasa nada. Bah, mañana corro media horita y el cuerpo ni lo nota. Total, por un par de cigarritos no hay que hacer un drama. Una vez a la semana... Y, poco a poco, fumás más. Y, sin darte cuenta, fumas más días a la semana. Y, engatusado por tu aspecto más destructivo, te vas notando los pulmones más cargados.

Ahora sólo queda afrontar los malos momentos. Espero no pasarlo excesivamente mal, sin embargo, no tengo la menor idea de cómo voy a reaccionar. ¿Me pondré nervioso? ¿Argumentaré contrá el yo saludable? Para empezar, tengo varias pruebas de fuego: jueves, semifinales de Eurocopa y reunión con la gente del Muntaner (grado de dificultad 9), sábado, despedida de soltero con los colegas (grado de dificultad 10). Habrá que pelear.

Ya os iré informando.

4 comentarios:

maf dijo...

yo dije "prou!" de un día para otro, hace ya... puff... ¿cinco años? ¿seis?
y, desde entonces, sólo han caído unos 10 cigarritos.
hay momentos que cuesta. sobretodo al principio, porque todo el mundo está acostumbrado a ofrecerte, y sin mala intención lo siguen haciendo (se les olvida que ya no fumas, y a tí es fácil que se te olvide también).
y, muchas veces también cuesta, si tu pareja fuma regularmente, porque al final, acabas viéndolo como algo normal, pero... si es que en realidad es algo que NO se disfruta!
vamos, que me parece muy bien que quieras dejar esa relación tortuosa, y que si algún día tienes mono... te preparo una de mis deliciosas crepes y eso sí que lo rebajas fácil con el running!! ;)
muaks!!

Mònica dijo...

Me parece genial esa decisión... y expresarla aquí también. Yo en mi vida me habré fumado... 3 cigarros?? pero nunca me ha llamado la atención, no le encuentro el qué...

La cuestión es que has dado el paso de dejarlo y no te creas que todo el mundo es capaz de darlo...

Ahora viene lo más difícil, que es aguantar sin ello pero si has sido capaz de decir "se acabó" debes seguir con esa idea en la cabeza...

Y si no, como dice Marta, te comes una de sus crepes o un gofre con nocilla y oye, mano de santo! jejejeje

Besotes!

JAVIER dijo...

Gracias por los comentarios de apoyo chicas. Controlarse cuando estás sereno cuesta pero ni punto de comparación con la dificultad que supone no fumar cuando has bebido un par de copas de vino y todo el mundo a tu alrededor parece disfrutar fumando. Hasta la fecha, correcto.

Manué dijo...

Llevaba días queriendo prestarte mi apoyo incondicional en la difícil tarea de dejar de fumar, pero mis obligaciones paternales solo me dan para bloguear en el cur...
Por lo visto, o al menos hasta el día 11, está el tema controlado, espero que en 2 días eso no haya cambiado; yo, como ex fumador, te tengo presente en mis laicas oraciones.
No te desanimes, por mi experiencia, una vez pasados los primeros 3/4 días, todo es más fácil. Dicen que la nicotina, la sustancia que produce la adicción, perdura en el organismo durante unos 3/4 días, a partir de ahí, el principal problema no es físico sino social. Hay que aprender a vivir sin un cigarro en la boca en diferentes circunstancias que hasta el momento estabas acostumbrado hacer con un cigarro; en mi caso, y aunque siempre se puede recaer, no llegué a olvidarme del hábito (que no de la adicción) hasta que no pasé por todas aquellas situaciones a las que tenía asociadas el cigarrito, una vez pasadas todo ha fue más fácil.
Pero eso en mi caso... Cada uno tendrá su sistema.
¡Ánimo!